Capturados Fernandez y Herrera, no pudieron abandonar Cuba.



Tomado de OnCuba, por Carlos M. Álvarez

José Miguel Fernández y Lázaro Herrera, segunda base y cátcher titulares de Matanzas durante las últimas temporadas, se encuentran en territorio nacional y no, como varias fuentes llegaron a afirmar, en República Dominicana o México. Ambos fueron capturados el pasado día 25 en Holguín, intentando abandonar el país.


Si bien la fuga de peloteros cubanos ya resulta normal, el caso cobró especial atención porque, según trascendió, las casas que por rendimiento deportivo les otorgaran tanto a Fernández como a Herrera, en Boca de Camarioca y Matanzas, respectivamente, habían sido ocupadas por el Estado (dada la condición legal de medios básicos), y las familias de los peloteros desalojadas.

Yansai Montaner –esposa de Herrera- comentó a Diario de Cuba, en una información publicada el pasado 22 de octubre, las presiones a las que estuvo sometida para que abandonara la propiedad, pero no afirmó en ningún momento que hubiesen llegado a desalojarla. Sus abuelos, consultados en su apartamento, reparto Frank País, municipio Colón, confirmaron que Montaner sigue en Matanzas, y, aunque cortantes, no parecieron especialmente preocupados, pues “en Cuba no hay desalojo”.

El dato resulta significativo porque este es el apartamento donde anteriormente vivió Montaner, y adonde seguramente habría tenido que regresar, en caso de que el desalojo se hubiera llevado a cabo. Montaner, sin embargo, refiriéndose a la esposa de José Miguel Fernández, dijo que “estaba embarazada y la botaron para la calle, como si fuera una perra”.

Amistades cercanas a Fernández, y vecinos de Boca de Camarioca (esperemos que pronto acepten revelar su identidad), afirman que cuando el Estado clausuró la casa, ya la esposa de Fernández se había marchado por su propia cuenta, lo que contrarresta al menos el dramatismo y la brutalidad implícitas en las declaraciones de Montaner. De la misma manera, se habla sobre un presunto litigio entre el padre de Fernández y las autoridades, por algunas propiedades personales que quedaron dentro de la casa.

Circulan rumores de todo tipo, y quedan, también, puntos importantes por aclarar, como lo es sin dudas el hecho de que las denuncias de Montaner pudieron haber frenado el probable desalojo, o, por otra parte, el hecho de que el probable desalojo no fuese más que una bola de humo o un mal entendido inflamado ex profeso, como es común con casi cualquier noticia cubana de interés.

Intentaremos, en lo adelante, obtener datos más precisos, y conversar con algunos de los implicados.



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